El neumático es el mejor ejemplo de aplicación de Economía Circular. Se estima que un neumático puede tardar en desaparecer de la naturaleza unos 1.000 años. Su proceso consiste en la extracción selectiva de todos sus componentes, separándolos para ser de nuevo utilizados.
Es un viaje circular y eco sostenible, que genera miles de puestos de trabajo, preserva la materia prima y respeta el medio ambiente, en el que se aprovechan los flujos de recursos renovables, controlando las existencias finitas de materias primas y optimizando el uso de los recursos por medio de la rotación de componentes y materiales de máxima utilidad. Un ahorro ecológico y económico que repercute directamente a mejorar nuestra sociedad en pos de un futuro más sostenible.
A través de las 4R del Reciclado: Reducir, Reutilizar, Reciclar y Recuperar, aprovechamos el 100% de los neumáticos que se procesan.
Reducir: a través de acciones como controlando regularmente la presión de los neumáticos, la alineación y conduciendo de forma preventiva, se puede alargar la vida del neumático hasta un 20%, ahorrando a su vez un 5% de combustible. Es más ecológico, económico y seguro.
Reutilizar: los neumáticos en buenas condiciones como neumáticos de segunda mano, volviendo a reintegrarlos en el circuito, bien para el mercado nacional bien para la exportación; así como a través del recauchutado, cambiándoles la banda de rodadura. Su calidad es similar a los convencionales, son más económicos y su uso es habitual en países como Suiza, Dinamarca, y Estados Unidos, entre otros.
Reciclar: los neumáticos que no son válidos convirtiéndolos en nuevos productos como: césped artificial, carreteras, suelas de zapato, tuberías, mangueras, guardarraíles, etc. Un sinfin de aplicaciones.
Recuperar: los materiales o elementos que sirvan como materia prima generados en otro proceso distinto del que lo ha producido.